Una campana que se utiliza para asar pollos parece algo de dimensiones reducidas y controlable, pero no es la primera vez que se incendian ante el exceso de grasa acumulada, como ha pasado recientemente en un comercio que localiza al Norte de la ciudad, el cual dejó pérdidas materiales considerables.
El propietario del negocio explicó que ante el pánico no lograron percatarse de que en el local se contaba con un extintor por lo que llamaron a los bomberos, quienes de inmediato asistieron para controlar las llamas.
Este tipo de incendios se previenen instalando un sistema automático anti incendio para campanas, que por otra parte es obligatorio. El sistema es automático con activación mediante sprinklers. Consta de un recipiente plastificado interior y dos tuberías canalizadoras, ambas permanentemente presurizadas para poder dar una respuesta instantánea en caso de fuego. El sistema, va equipado con un manómetro para verificar el estado de presurización. Es totalmente autónomo, sin necesidad de fluido eléctrico para su funcionamiento y quedando activado las 24h del día, con o sin personal, ya que muchos de los incendios son producidos con el local vacío a causa de brasas mal apagadas, freidoras que quedan conectadas, etc.
Los componentes del sistema son totalmente inocuos en presencia humana y su contaminación medioambiental es nula por utilizarse como materias primas nitrógeno, agua y espuma biodegradable con Ph neutro.
Es un sistema de tamaño muy reducido y de bajo coste que requiere una instalación muy simple, en comparación con otros productos que utilizan agua nebulizada o gases, por ejemplo.
Comentarios recientes